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Como hemos visto en el apartado de energías, un celmista modula jaipú, su energía vital, para construir un sortilegio según un trazado específico.
La manera de construir ese trazado va determinar su naturaleza asdrónica y la especialización del celmista.
Nota: La palabra «celmista» se reserva para los que practican las fuerzas asdrónicas, dejando aparte a los jaipuístas, considerados como luchadores. Se dejan también aparte a los seres que las practican instintivamente, como los demonios, o los usuarios de kershí.
Un arte celmista es un conjunto de conocimientos y métodos que utiliza jaipú modulado en una o varias energías asdrónicas para llegar a cierto resultado. Sus denominaciones son: endarsía, nigromancia, transmutación, desintegración, percepción, bréjica, órica… Es raro que un celmista consiga controlar más de uno o dos artes.
A continuación se presentan las diversas especialidades.
La endarsía est el arte que se dedica al cuerpo de los seres vivos y de los materiales. Los endársicos utilizan energía eseciática. Especialistas en la endarsía son:
los curanderos
los encantadores de objetos (energías esenciática, brúlica y aríkbeta)
La nigromancia es un derivado de la endarsía. Utiliza morjás y lo convierte en una especie de jaipú artificial, la energía mórtica, mediante la energía esenciática.
Los nigromantes suelen ser saijits vivos, pero también pueden haberse transformado en nakrús, en lichs, en esqueletos ciegos. Pocos nigromantes no son saijits.
Muchas veces los resultados dejan que desear y los esqueletos quedan inánimes al de unos días o unos meses, pero a veces, si los nigromantes se ocupan de ellos, pueden llegar a seguir moviéndose durante años.
También llamada invocación para ciertos casos, este arte es uno de los más difíciles y está fundamentalmente compuesto de dos ramas: la invocación únicamente hecha de energía y la invocación por alquimia y transformación, que requiere el uso de materiales concretos según el objetivo así como un tiempo y una energía (modulada en brúlica y aríkbeta) considerables.
Mientras que la primera tiene una duración muy corta, la segunda puede llegar a durar horas enteras.
En esta categoría entran:
los nocialistas, guerreros celmistas expertos en invocaciones rápidas de ataque.
los transmutadores, celmistas expertos en transformar materiales concretos
La desintegración se basa en disgregar las energías. Se pueden desintegrar sortilegios, materiales, energías, etc.
Los estabilizadores tienen como tarea restablecer el equilibrio en lugares de desequilibrio energético.
Los perceptistas son capaces de percibir el material y las energías que los rodean y distinguirlos. Aprenden una bréjica muy básica de percepción, para combinarla luego con órica.
Dependiendo de su talento en bréjica, un perceptista es capaz no solamente de percibir un vínculo bréjico entre dos brejistas sino también de entender la conversación por vía mental.
Las artes bréjicas son las de la mente. La bréjica permite en especial:
Establecer un vínculo bréjico con otra persona y comunicar imágenes, palabras y emociones.
Percibir mejor el estado de ánimo de un ser vivo desde lejos
Penetrar en una mente para influenciarla o examinarla. Esto normalmente requiere que se toque el sujeto.
Completar una mágara con sortilegios bréjicos.
La cofradía de los Mentistas es conocida en la Tierra Baya por sus poderosos brejistas.
Los celmistas óricos son todos los que usan mayoritariamente la energía órica de fuerza y desplazamiento para sus sortilegios. Existen numerosas subespecialidades:
levitadores
telekinesistas
destructores de material por contacto
propulsores
deserrantes
La deserranza es un arte órico de transvase de energías por teletransportación. Es un arte extremadamente difícil. Deserrantes son:
los magaristas creadores de desviadores y otros objetos de teleportación.
los creadores de portales y monolitos
los permutadores
los intermutadores
Lo que en la Tierra Baya llaman «magia negra» es una combinación de transmutación, nigromancia y bréjica que consiste en unir una mente o parte de ella a un cuerpo extraño. Este puede ser una mágara o reliquia, un ser vivo tal como un espectro o energía en bruto.