Página principal. Manuales del mundo de Háreka
El clima cambia según la latitud, la altitud, la distancia al mar, pero también según la temperatura, las energías, humedad, presión, vientos y precipitaciones. El cambio brusco de estos últimos parámetros en un lugar dado y por un tiempo prolongado de unos meses a unos años se lo llama ciclo.
Existen ciclos diferentes que cambian de manera muy irregular. A veces un ciclo puede durar varios años y a veces apenas unos meses.
sale cíclicamente un sol más pequeño que el natural que tan sólo calienta y apenas alumbra.
ciclo con muy pocas lluvias y mucho viento y escasas nubes.
suele ser lluvioso y ser la causa de la creación de muchas ciénagas y pantanos.
se producen reacciones en la tierra y borbotones, no tiene por qué producir un aumento de temperaturas medias, pero en ocasiones ocurre. Suele reinar en el aire una mayor cantidad de energías dársicas que, en particular, sensibiliza los sueños.
altibajos irregulares de temperaturas y, según algunos, mayor frecuencia de terremotos.
hay más probabilidades de que el cielo se cubra de manchas celestes y que se alarguen las noches. Algunas manchas celestes están muy bajas, más bajas que las nubes, y cuando llueve las gotas se mezclan a una sustancia dorada llamada aguaferrina por los celmistas (aguavaga popularmente, y a veces agua de Jedez en Iskamangra). La aguaferrina tarda en reflejar la luz, de modo que refleja los movimientos percibidos tiempo después (puede llegar a tener horas de tardanza). Generalmente, sin protección, la sustancia de las manchas celestes acaba por destruirse con el tiempo. Suele ser un Ciclo muy malo para la agricultura.
ciclo marcado por bajas temperaturas.
ciclo de bonanza para los agricultores.
ciclo en que las tierras se vuelven muy fértiles y en que los árboles y las plantas fructíferos siempre dan muchas frutas.
ciclo de regeneración de energías. Este ciclo no suele aparecer más de una vez en cien años, y generalmente no dura más de un par de años. En este período las energías se renuevan y surgen serios problemas de inestabilidad energética. Es un ciclo bastante temido por los celmistas, ya que ven aumentadas sus dificultades a la hora de controlar las energías.
« Tanto llovió aquellos tres años, que la tierra se hizo lodo, salieron hongos que nunca habíamos visto, y cuando el Ciclo del Pantano acabó, los niños alzaban los ojos hacia los rayos de sol preguntando cuál era aquel milagro. »
— de Semeth el Herrero, Memorias de un belarco viejo
Debido a los cambios energéticos de las distintas zonas, los efectos de estos ciclos pueden ser muy diferentes según las regiones. De ahí que, cuando en Ató se anuncia un Ciclo del Pantano, en Mirleria pueden perfectamente anunciar un Ciclo del Trigo.
En los Subterráneos, los ciclos afectan de manera diferente, pero tienen también un impacto inequívoco. El Ciclo de la Cabra es especialmente mortífero, provocando derrumbes de estalactitas y techos de cavernas. El Ciclo del Pantano puede causar graves inundaciones. Durante el Ciclo del Trigo, al filtrarse menos agua hacia los Subterráneos, la acidez de esta aumenta.
Por los ciclos y los desequilibrios energéticos, los micro-climas en Háreka son muy comunes. Sin embargo, la zona norte de Kravti, Ajensoldra, Prospaterra… es en general más fría que la zona de Arlamkas, Rosehack y Yalpinyur.
Existen regiones en las que no se conocen los inviernos, como la parte «tropical» de Kunkubria y la zona costera de Arlamkas, y otros en los que el invierno suele durar muchos meses: como Azach, Kravti y las zonas desérticas y heladas del Gran Norte y de los Pueblos de Zashkra, así como las islas de Shko e Islomorgaax.